jueves, 16 de septiembre de 2010




Versos de madrugadas
que se escabuyen en tinta,
poemas del sueño profundo
e imágenes que flotan,
en nubes de ensueños.

Duermo entre la seda,
de tus manos de hielo,
siento el hálito de cada beso
en mundos superiores.

Sucumbo a la fútil tristeza.

Las ninfas se han tornado
majaderas, ladronas de bajezas.

Yo estoy enamorado,
pero no me quiere ni el destino.

El corazón acorazado, y una
llave de plata reluce, en la cima,
donde te amo cada eterna noche.

¡Que silencio ensordecedor!
acumulado en mis sábanas,
rodando en la paredes,
sollozando en mis lágrimas.

Seguimos con vuestra mentira,
ya casi nos la creemos.
¿Qué más da?
si así ya somos felices.

Aunque sonrías inocente,
esto no es ningún juego.

No sé en que página
debe continuar mi vida...
la buscaré en los escombros,
a la no luz de la luna,
escondida tras nubes impostoras.

Creo que todo mejorará
cuando consiga cerrar los ojos.
Esperando que se avalance
la avalancha del despertar.

beiboo!

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