Dime si es verdad o no, soledad,
que el tesoro que tanto busco está en tu compañía;
Cansancio en el camino recto donde me perdía
buscando la pócima que me cure esta enfermedad.
Diles tu, que sabes cuantas lágrimas lloré;
tu que eres la última palabra cuando se cierra mi día;
soledad te he encontrado, aunque nunca te busqué,
eres mi plato de comida en esta noche tan fría.
Ni los besos secaron la sangre de mis heridas;
siempre el río rojo brotaba en días grises;
No pises la espinas de soledad que dejan cicatrices;
a mi alma ya le tiene tomadas las medidas.
Para ella que es fiel compañera de llantos y fatigas,
siempre le tengo un rinconcito dedicado, reservado,
porqué tú rechazas a las personas enemigas;
ya que como dicen: mejor solo que mal acompañado.
Dolorosa y malvada soledad te pido clemencia;
No descargues fúria contra este mísero narrador,
que el color fuego de mis ojos ya refleja tu ardor;
dueña de mi inspiración, creadora de sapiéncia.
Tu mes haces escribir con dolor estos versos;
yo te doy mi tiempo y todo el mal que siento;
juntos lidiando contra los males adversos;
universos donde la cultura no es un buen elemento.
Dame soledad antes que esta podrida sociedad;
Puesto que ella es sincera y jamás me mentiría;
Y el día en que sueletes la rienda de tu verdad,
Verás como se esfuma la brumas de tu compañía.
Que tardío llegó el amor a tu guarida guerrero,
Justo cuando te acostumbraste a vivir con tu soledad;
Que tarde la pasión se posó en tu corazón prisionero
Y las alas de tu alma te pedían libertad.
Todo vuelve atrás cuando negro era color,
¿Imaginaciones de esperanza? Corrompido mi interior
Soledad que a veces eres sinónimo de dolor;
Me consuelo mirando al exterior y nada va mejor.
Males nunca vienen solos, y soledad viene con males;
¿está echo a posta?¿Mi vida es así?¿o soy un pesimista?
En la costa de mi corazón ya no se bañan animales;
Apuesto por la soledad ella es quién me conquista.
Por supuesto, que también estás tu, princesa de mi cuerpo;
Eres la diosa que reina en mi vida brillando en tu estrella;
Solo tu sacas a soledad de mi sesera, de mis adentros,
Solo tu puedes hacer que algun tiempo me olvide de ella.
Eres la estrella que hoy me guía en este oscuro camino,
El desatino, el cobijo que le das a mi moribundo destino.