sábado, 19 de septiembre de 2009


Que la inquilina de tu boca se pierda en la mía
el tacto placentero, (desesperar), que desconocía
¿tú? otro robo de mi corazón , de veras
juntar nuestros cuerpos, rompiendo nuestras fronteras
¿tu cuerpo? para mi un árido desierto sin oasis
y, ¿yo? un taciturno y libre vagante que consigue el éxtasis
que es sino un deseo: una pregunta sin respuesta,
una historia sin que empiece, la inquietud que me molesta
mi deseo, se alimenta de mi imaginación, y crece
un deseo cumplido , solo ocurre algunas veces
la luna, siempre escondida pero presente en el cielo
y yo que la vigilo con sigilo, reluce, como un dulce caramelo...


la luna en una sola ola se retrata en la negra noche
mis besos pierden su objetivo por las ventanillas del coche



Geeníís

No hay comentarios:

Publicar un comentario