lunes, 24 de mayo de 2010




El amor cristaliza
en tus labios de seda,
y fuera de la sonrisa
más que amor ya no queda.

Un guiño de oro en el cielo
y en tus manos libertad,
escapa el dolor primero
y se forja de hierro la verdad.

La noche hace ganchillo,
teje nuestras miradas,
y la Luna disfrazada de plata
llora cautiva en el castillo.

El grito de la pasión
se tatua en mi piel,
y con gotas de algodón,
divaga sosegado nuestro bajel.

Y recaído, tansolo a tí
te adoro suave como arena;
dolido, yo jamás me fuí,
y bajo el agua el alma me suena.

Aquí no llega el grito de la condena,
y la colmena es cobijo,
rojizo de lucha y pena
el corazón mío exijo.


GGG

No hay comentarios:

Publicar un comentario