jueves, 18 de marzo de 2010


Como desciende la seda,
llorando en tu cándida pierna;
la noche igual cae, triste,
hablándole al silencio,

con el sangriento y sufrido
colmillo que marca el silencio,
donde viéronse, en tu cuello,
lágrimas sedientas, morir.

El pestañeo del atardecer
es una ilusoria ficción añadida,
una romántica comedia,
el sabor de unos labios de ayer.



Geeeeennnnnnísssss

No hay comentarios:

Publicar un comentario