domingo, 3 de octubre de 2010


Se para el tiempo, te quiero,
las olas rugen al fondo;
silencio mecido y sincero,
en tus oscuridad me escondo.

Un tul viaja en el cielo,
de luz, muriendo en un rondo;
el aliento del otro fuego,
ebulle triste en lo más hondo.


geeeenííísssss

Sobre la cumbre enjaulada,
se abandona un fragante amor,
besos de tomillo y espada
en un grito abstemio de dolor.

Monte de sueño en ardor,
yacente embebece la armada,
enagua de tacto y sabor,
durmiente anochece desairada.

Desnuda, la playa, acaba,
con un hechizo alentador.
Sosegados en gotas de nada,
esperan la madrugada con pavor.


GGG