sábado, 17 de julio de 2010


Nublado de ti,
en ensueños desaforados.

Maldito olvidado
de tu mano y bondad,
no siembras más
que un paraje desolador.

Pusilánime indefenso,
rebelde sin temor.

Siempre meciendo
la soga encrispada,
sentenciando el desatino.

Juez del camino,
hacedor de la desdicha.

Tréboles pisados
enmascarados...
trece tréboles mudos.

Una luz dice adiós,
ya ha llegado lo peor.




GgG!

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