miércoles, 12 de mayo de 2010


Besos envasados
al vacío;

miradas entre lagunas
del tiempo efímero,
rayos al centro de mi corazón.

Últimos ojos
antes de partir
donde las dunas son verdes;

y el primer sabor con ambrosía
en tus labios
refulgentes de amor.

De los surcos y las grietas
en los mármoles Griegos,
se yerguen las ramas
que ascienden por tu nuca

al templo de tu boca.

Duerme en él mi astro,
confín de mis pensares.

Y en las dagas y las heridas
cruentas de la guerra,

allá, con el sentimiento
más encarnizado y rojizo

surgió el caos,
progenitor de la locura y la pasión
que deambula entre resquicios
de ciudad.

G......................G.....................G

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