![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBu7v5IOmceOSpCA6jMG7FHT2KWM-oW7Eq4yHWo8aUA3Yk4z-PnE_u6lxX2Z6Gy702LcYqeIgpHcnoLITlWm_TF9SD5rrwMgxT27kBl9vp_fF920bLTwuSXGhOm6FPdzV5l1i3FsfsnDEf/s400/olas-1024-x-768%5B1%5D.jpg)
Las paredes fetidas,
buscan aplastarme
en un mustio y gris paradero,
donde el color del tedio,
repugna hasta los más fríos ojos;
me siento un invertebrado,
inmóvil, con ácido en los labios,
y el hielo del cuerpo
dicta mi anonimato senil.
Amarillento ofuscado,
aletargados, mis ojos,
solo estan acompañados por
el hastío que empapa hasta
los huesos de mi alma asqueada.
Se solapa la tristeza
con un grís melancólico,
en la ciudad que esconde estrellas,
donde el rocío no brota,
sino más allá de tu boca y
vivo como presidiario, a diario,
encadenado a tu dulce amor.
El techo de la noche se abalanza,
y yo exhausto, soy presa
del paisaje y condenado fugaz.
Víctima marchitada del tiempo,
reo del olvido en el alzcázar negro.
G E N Í S
No hay comentarios:
Publicar un comentario