lunes, 28 de junio de 2010


Brota un ritmo catatónico,
como una danza...

Tímidos destellos
desengañan la mirada,

El vuelo desordenado,
como un rodar de ruleta,
sega el húmedo paraje.

Entre sombras sílfides
enigmas emigran con amor...

empañan la noche.

Como un juego pueril,
riése un estrépito alarmante
con un tibio toque
de frialdad maliciosa.

Florecida erguiéndose
madura y soberbia,
la mariposa dibuja la ciudad...

Delatada, como un mordisco;

La magia de la luna
aviva la marea deshilada...

durimiendo en campos de trigo.

genís.G.G

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