lunes, 14 de junio de 2010


De tu boca busco el sueño añorado,
de tu templo el licor que me extasia,
exánime, no encuentro otro pecado
que loar la figura de esta gracia.

Desenfundo las nieblas, disipado
en sombras que apuñalan la magia,
y en la sangre que brota en el costado,
descubro la senda y la sed me sacia.

Miro en tu alma el cristal empañado,
y la letra desecha me lleva hacia
donde brota el amor puro germinado.

Me acaricia los labios la acacia,
y el aroma me trae, en mi agrado,
el color de tu dulce fragancia.


GENÍS...

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