lunes, 7 de junio de 2010


Como lágrimas,
desciende el polvo,
de las columnas
moribundas y escuetas.

Ruina destinada
a la nada, un vacío.

Máscaras que esconden
la traición,
bronze de sonrisas
y paredes sucias
de pasividad.

Velos de verdad
transformada;
vista enjaulada...

Nebulosa irascible,
doctrina irresoluta
en los cauces del sueño
corriendo en la ignorancia.

Ostracismo racional,
exilio enigmático.

Misticismo emocional,
fuego de injusticia
y abusos que arden.

Cae el último sabor
del templo.
Se yerguen
las notas del mañana
serenas y libres.


gENÍs

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